Ni más vacío
escribo de mi
de los huecos de mi existencia
de mis amaneceres
de mis no noches
de lo que ya
y por ahora,
inquieto
espero
Ni más vacío
escribo de mi
de los huecos de mi existencia
de mis amaneceres
de mis no noches
de lo que ya
y por ahora,
inquieto
espero
Oscurece
Pero voy a tomar un atajo
Que me lleve de golpe a la mañana
(que me devuelva al desafío)
que me evite tanta sombra
que me divierta de mi mismo
mientras/espero
atrapado entre las horas
tu recuerdo que regresa
Estoy apagado y me prefiero incandescente,
Insistente
Impropio y obstinado.
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Seguir leyendoNecesito una palabra leve
Una palabra suave,
Una palabra nada
Incolora inodora insípida
Necesito
Necesito una palabra vaga,
Tenue
Alicaída
Una palabra larga
Una palabra apócrifa,
Vacía
Imberbe
Una palabra malta,
Flaca, elongada, blanda
Una palabra grosera, semisurgente
Epitelial, no subcutánea
Ámbar, cristalina
Amarrada
Palabras de blablabla
.......................................Seguir leyendo
De qué están hechos los días de los seres
De qué están hechos mis días
¿De papel,
De mazapán,
de madera rústica,
de nubes pasajeras?
De qué estás hechos tus días
¿De algodón en llamas,
De hierro
De agua?
De miradas, los días de los seres están hechos de miradas
De qué están hechos los días,
no los años, tan largos son los años
no los momentos, tan efímeros son
no, los días, esa unidad calendárica de tiempo
breve y eterna
esa suma incesante de
amanecermediodíasiestatardeanochecernochemadrugadavigilia
ese fragmento igual y distinto
Un día, como otro día, como aquel día que te conocí, que te miré
Esa estructura temporal que se repite
Que me repite
Que soy yo, sólo yo
Y que un día nos encontramos
Y otro no
De qué están hechos los días
¿De desencuentros
De recuerdos?
En el momento que nacemos
¿Empezamos a recordar?
Quizás no estemos nunca juntos
Quizás mis días
Y tus días
Estén hechos de lo mismo
Quizás el material
Que construye nuestros días
Nos encuentre
O quizás mis días estén hechos de mi
De mi propia piel extendida al sol.
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Un aullido ahogado
como un clamor etrusco
se desvanece en hielo blando,
en holocausto
La herrumbre del planeta todo
hierve en su fósforo punzante
Ni siquiera un vegetal podría
humedecerse a sí mismo
como un látigo en bandera
de un filo extremo hasta el extremo
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Seguir leyendoTengo un sombrero blanco que nunca me he puesto en la cabeza,
Tengo una cabeza calva que nunca me he sacado
Tengo unos zapatos rojos que siempre me caminan
(únicamente de derecha a izquierda y sin cordones)
Tengo una suave melancolía que nunca me abandona
Tengo unas ideas raras que nunca he concretado
Me detendría a pensar el próximo año bisiesto
Ojalá todavía te encuentre en la ventana.
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Seguir leyendoEntra un payaso y dice a público
– Yo era un payaso que vivía angustiado, andaba llorando a mares por cada rincón antes de las funciones, dando lástima por ahí, vivía destrozado, un auténtico payaso triste, de esos que ya no hay
Era casi imposible verme sonreír, tenía una angustia clavada acá, en el pecho, una angustia profunda una angustia … interminable
En el trabajo? En el trabajo me iba bárbaro, me contrataban todas las compañías; ya no hay payasos tristes … tienen que maquillarse la boca para abajo y la lagrimita, eso no es auténtico y el público lo nota; además la gente ya no se emociona como antes, no alcanza con unos zapatitos rotosos o una buena escena de amor no correspondido, el público para emocionarse necesita alguien destrozado, hecho mierda … ese … era yo; siempre dispuesto a lagrimear por cualquier cosa; siempre sintiendo que el fracaso me aplastaba en cada una de mis presentaciones aunque la gente me aplaudiera a rabiar y pidiera que saludara varias veces
Hice de solitario, de fracasado, de traicionado por un amor, de niño abandonado, de muerto de hambre, de pésimo malabarista, de último orejón del tarro … ah! eso era lo que mejor me salía
“Y ahora con ustedes … (anunciaban) el último orejón del tarro” y entraba yo y la emoción era instantánea; las damas lloriqueaban y los varones se reprimían con un nudo en la garganta
En camarines, mis compañeros me decían – estuviste genial y yo asentía sin dejar de hundirme en una depresión preciosa y empalagarme de vacío existencial
Hasta que me di cuenta de que la felicidad … no existe, de que es un invento, de que la risa esconde amarguras; de que es una excusa para seguir vivos … Entonces empecé a jugar, a jugar con mi tristeza y con la de los demás, a reírme de lo inevitable
Y ya no sufro más
A mi pueblo ha llegado un circo. es imposible no verlo, sobre todo por el lugar. Está al costado apenas de la estación. Resulta un acontecimiento. Según yo sé es el primero que acampa en la ciudad y ofrece tanta magia de golpe, tanto cartel.
Fieras amaestradas. Trapecistas. Domadores. Tres funciones
Acá pasan tan pocas cosas nuevas. Y cuando pasan, como si nada. Intentar es locura, cambiar asusta. Mejor, todo siga como está.
Pero el circo viene de afuera, es distinto.
Y hay que ver a la elefanta en las siestas, cuando el tránsito es poco, paseándose por la avenida. Caminando lenta sobre el asfalto vacío de acá… para allá… sin respetar el único semáforo. Los zorros se desesperan. Boleta en mano pitan presurosos a la gran oreja andante… pero no la alcanzan. Ella sigue, tomando aire y descanso con algún estruendoso grito añorando selva antes de la próxima función. Pensando en quién sabe qué momentos de su enjaulada vida nómade.
Es tan gracioso verla como antes de volver a la carpa estira su trompaza hasta el bar y de un sorbo se chupa el submarino tibio que pidió…
Son demasiadas fantasías flotando en este aire impuro viciado por el regreso anónimo de la fábrica… a casa.
También por las tardecitas, cuando va entrando la noche; el payaso que se cruza y con su cara siempre de risa entra al «Colosal» a comprar para comer. Vuelve, claro a los saltos. Equilibrando ocho pizzas en la cabeza y haciendo malabares con seis botellas de Coca; es increíble, con seis
Un circo de paso por mi pueblo.
Pronto van a levantar vuelo: Se van con el mismo show sobre las ruedas a poner otra ciudad bajo la carpa.
Acá se quedan pibes con la imagen fresca y detenida de la primera vez, algunos bigotes melancólicos, muchas vecinas satisfechas: -se terminó el olor a bosta.
Y otros, esos seguro que se quedan, un montón de gente de mi pueblo que ni siquiera se dio cuenta. Esos, ojalá se fueran en la jaula con los leones
(1989?)
Hoy en este día,
nació María,
ella lloraba,
los demás reían.
María, desde siempre incomprendida.
Hoy, exactamente el mismo día,
murió otra María;
los demás lloraban,
ella reía.
María,
para siempre incomprendida.